El Braille es el sistema de lectoescritura táctil que usan las personas ciegas. Con esta actividad los niños descubrirán en qué consiste y cuáles son sus orígenes. Después, se divertirán escribiendo y leyendo mensajes sencillos en Braille.
Materiales:
- Un paño, bayeta o similar.
- Un folio.
- Un bolígrafo.
- Una pauta Braille, que puedes descargar aquí: PAUTA BRAILLE.
- Los símbolos Braille, que también puedes descargar aquí: SÍMBOLOS BRAILLE.
Procedimiento:
- Imprime la PAUTA BRAILLE. A continuación la utilizaremos como plantilla.
- Pon la plantilla sobre un folio y ambos sobre el paño.
- Marca en la plantilla los puntos necesarios presionando con la punta de un bolígrafo. Usa como referencia los SÍMBOLOS BRAILLE. Ten en cuenta que tienes que escribir de derecha a izquierda marcando los símbolos como si los estuvieras viendo en un espejo. Si los niños son demasiado pequeños y les cuesta imaginarlos, ayúdate de SÍMBOLOS BRAILLE ESPEJO.
- Los símbolos se habrán marcado en el folio. Gíralo y lee con los dedos el mensaje que has escrito. Requiere mucha práctica, igual que para leer letra impresa.
Louis Braille, un brillante adolescente francés, creó el código que lleva su nombre hacia 1825. Era estudiante en el Instituto para Jóvenes Invidentes de París porque se había quedado ciego como consecuencia de un accidente.
Unos años antes, Charles Barbier, oficial del ejército de Luis XVIII, había diseñado un método de comunicación táctil con puntos en relieve. El objetivo era que los soldados pudieran leer órdenes en la oscuridad sin ser descubiertos por el enemigo. El código de Barbier utilizaba símbolos que representaban 36 fonemas de la lengua francesa. Cada símbolo constaba de 12 puntos organizados en 2 columnas. Los fonemas estaban colocados en una tabla de 6 filas y 6 columnas. Por ejemplo, si se quería escribir un fonema situado en la posición: fila 2, columna 5, el símbolo tendría 2 puntos en relieve en la primera columna y 5 en la segunda. La lectura se realizaba deslizando los dedos por el papel para sentir los puntos con el tacto.
Era una idea muy ingeniosa, pero en la práctica descifrar los mensajes resultaba demasiado complicado. Aún así, Barbier pensó que quizás los ciegos podrían beneficiarse de su invento y lo dio a conocer en la institución en la que se encontraba Louis Braille.
El joven Braille supo ver el potencial del código de Barbier. Lo estudió en profundidad y pronto comprendió sus fallos. Un símbolo con 12 puntos resultaba muy difícil de leer, era muy grande, había que pasar los dedos, contar los puntos y localizar el fonema en la tabla. Además, los fonemas representaban solo sonidos, para ser eficaz se deberían poder codificar letras y números. Partiendo de la idea de Barbier, Braille se puso a trabajar en un código también basado en puntos en relieve pero totalmente diferente.
En el diseño de Braille tanto letras, números, notas musicales, operadores y símbolos matemáticos, signos de puntuación, tildes, letras griegas etc. se codifican mediante combinaciones de 6 puntos divididos en 2 columnas iguales. Por cada punto hay 2 estados, relieve o sin relieve, por lo que se trata de un código binario o de base 2. En un código binario el número de combinaciones posibles se obtiene haciendo 2n, siendo n el número de puntos (en informática sería el número de bits). Así, con 6 puntos se consiguen 26 = 64 símbolos distintos. Obviamente, 64 símbolos son insuficientes dada la gran cantidad de caracteres que existen en el lenguaje, por eso un mismo símbolo Braille puede significar varias cosas, basta con añadir un prefijo delante del símbolo.
Cada punto tiene una posición asignada según el signo generador: 1, 2, 3 en la primera columna y 4, 5, 6 en la segunda. Los símbolos de la «k» a la «t» son iguales que de la «a» a la «j» pero con un punto extra en la posición 3. Los símbolos de la «u» a la «z» son como los de la «a» a la «e» con 2 puntos añadidos en las posiciones 3 y 6. La «w» y la «ñ» no cumplen esta regla, la «ñ» porque es característica del castellano y la «w» porque en época de Braille no formaba parte del alfabeto francés. Para indicar que una letra es mayúscula se usa un prefijo, así como para representar un número. Fíjate en que los números se representan con el mismo símbolo que las diez primeras letras.
El símbolo cabe en la yema de los dedos, tiene el tamaño apropiado. Además, los puntos en relieve se perciben perfectamente mediante las terminaciones nerviosas de las yemas. Con práctica la lectura se hace rápidamente.
El sistema Braille no solo hizo posible la lectura a los invidentes, sino también la escritura. Con una regleta y un punzón se podían grabar los símbolos en papel. Esto supuso un gran avance, ya que, con anterioridad al Braille, los ciegos podían leer, aunque de forma muy lenta y laboriosa, palpando letras impresas en relieve, pero no existía un método de escritura.
El Braille pronto se extendió por todo el mundo. Gracias a él los ciegos comenzaban a tener acceso a la cultura. Su única salida ya no era la mendicidad, empezaban a integrarse en la sociedad. Aunque Louis Braille fue el creador de este sistema, su invento no habría sido posible sin los esfuerzos de Barbier, al que debemos reconocer su gran aportación.
Y estas son nuestras aventuras con el Braille:
La escritura a mano es algo más complicada que la lectura porque hay que grabar los símbolos desde el reverso de la hoja. Por este motivo debe hacerse de derecha a izquierda, como la imagen de un espejo.
Los padres tienen la responsabilidad de elegir las actividades que según su criterio son seguras para sus hijos.
Todas las actividades propuestas en Educaconbigbang deben estar siempre supervisadas por un adulto.