Hacer unas flores de papel y después disfrutar del espectáculo de ver cómo se abren cuando las pones en agua es una actividad superdivertida que combina el arte con la ciencia. ¡Qué experimento más completo, sencillo y emocionante!
Materiales:
- Un recipiente con agua (bol, plato hondo, ensaladera…)
- Papel.
- Lápices de colores, rotuladores (marcadores o plumones).
- Tijeras.
Procedimiento:
- En una hoja de papel dibuja y colorea una flor.
- Recórtala. Si utilizaste rotuladores para decorar, espera a que la tinta esté completamente seca antes de continuar con el siguiente paso.
- Dobla los pétalos hacia el centro de la flor.
- Coloca, cuidadosamente, la flor plegada en el recipiente con agua.
- Los pétalos se irán abriendo poco a poco (ten paciencia).
- Los niños estarán encantados de repetir el proceso e investigar lo que ocurre cuando cambian la forma de la flor, el orden en el que doblan los pétalos, el tipo de papel, lo que utilizan para colorear…
Esta actividad nos recordó mucho a un experimento de absorción con palillos mondadientes que hicimos hace un tiempo.
¿Qué ha ocurrido?
El papel está compuesto de fibras entrelazadas de celulosa y lignina, que a su vez proceden de la madera. Estas fibritas funcionan como pequeños capilares que son capaces de absorber el agua del recipiente. Con el aporte de agua las fibras se hinchan y se enderezan, lo que provoca que los pétalos de la flor se abran.
El proceso mediante el que el agua sube por el papel se llama capilaridad o acción capilar y es debido a las propiedades de adhesión y cohesión del agua. Para saber más sobre este fenómeno y sobre las propiedades del agua seguro que te interesa hacer alguno de estos experimentos:
Transferencia de agua entre dos vasos.
Capilaridad con terrones (cubos) de azúcar.
Transporte de savia bruta con apio y colorante.
Los padres tienen la responsabilidad de elegir las actividades que según su criterio son seguras para sus hijos. Todas las actividades propuestas en Educaconbigbang deben estar siempre supervisadas por un adulto.