Los niños han acabado de harina hasta las cejas pero lo hemos pasado fenomenal fabricando estas bolas ninja. No sabemos si serán un remedio efectivo contra el estrés, lo que es seguro es que si queremos conseguir hacer malabares con ellas, vamos a necesitar mucho entrenamiento.
Materiales:
- Globos, al menos 3 por cada bola.
- Harina.
- Botella de plástico con la boca ancha.
- Cuchara.
- Tijeras.
- Opcional: pegamento y marcador permanente.
- Un lugar en el que no importe demasiado que caiga algo de harina por el suelo.
Procedimiento:
- Con ayuda de una cuchara echa harina en la botella.
- Hincha un globo y retuerce la boquilla para que no se escape el aire.
- Coloca el globo en la boca de la botella. Esta es la operación más delicada del proceso pero con un poco de práctica sale a la primera.
- Transfiere la harina al globo.
- Sujeta el globo por la boquilla y a continuación retíralo de la botella con mucho cuidado. ¡No dejes de agarrarlo!.
- Ahora es el momento de sacar el aire del globo sin que se salga la harina. Deja que escape soltando los dedos de la boquilla. Esto debe hacerse muy poco a poco porque, de lo contrario, la harina saldrá disparada y tendrás que empezar de nuevo. En la foto puedes ver a lo que me refiero.
- Una vez lleno de harina, utiliza las tijeras para deshacerte de la parte sobrante del globo.
- Corta la boquilla de otro globo y úsalo como funda del primero.
- Con dos capas será suficiente siempre que utilices unas gotas de pegamento para mantener la funda en su sitio. De lo contrario, necesitarás añadir al menos una capa más.
- Diseña los trajes ninja haciendo recortes en otro globo. Experimenta con diferentes cortes y colores.
- Decora a tu gusto, por ejemplo pinta unos ojos con el marcador permanente.
- Prueba con los malabares, aquí te enseñan cómo empezar. ¡Nosotros todavía estamos en proceso, pero lo conseguiremos!
Los padres tienen la responsabilidad de elegir las actividades que según su criterio son seguras para sus hijos. Todas las actividades propuestas en Educaconbigbang deben estar siempre supervisadas por un adulto.