Slime con maicena: fluido no newtoniano

Los niños siempre están dispuestos a experimentar con potingues. Hace poco nos divertimos haciendo una masa escurridiza con cola blanca y ahora hemos vuelto a la acción con otra masa no menos interesante y además muy fácil de hacer: el slime de maicena, también llamado Oobleck.

Materiales:

• Agua.
• Maicena.
• Vasos o cuencos.
• Cucharas.
• Colorantes, por ejemplo alimentarios.(Opcional).
• Bolsas ziploc o recipientes con tapa para guardar el slime.

Procedimiento:

• Pon 3 o 4 cucharadas de maicena en la taza. Puedes poner la cantidad que quieras, claro, pero siempre es mejor experimentar con menos antes de pasar a fabricar a lo grande.
• Añade agua muy poco a poco (esto es muy importante) y remueve con la cuchara. En general, la proporción es 2 partes de maicena por cada una de agua.
• Si lo deseas, pon unas gotas de colorante.

• Sabrás que la masa está lista cuando al remover con la cuchara tenga una consistencia sólida y al dejar de hacerlo se funda en un líquido. Se trata de encontrar el punto idóneo.

• Si crees que la mezcla tiene demasiada agua siempre puedes solucionarlo añadiendo más maicena.
• Manipula, experimenta y disfruta de su especial textura. Golpea la mezcla fuertemente con un objeto, por ejemplo la cuchara, y no lograrás traspasar. Hazlo suavemente y se hundirá en la masa. Algo muy divertido es tratar de moldear una bola. En cuanto dejes de ejercer presión sobre el slime, la bola se escurrirá entre tus dedos. Este tipo de fluidos se conocen con el nombre de fluidos no newtonianos porque su viscosidad varía cuando sufren deformaciones.

• Cuando termines de jugar, deja que repose durante una hora aproximadamente. Notarás que los dos ingredientes se están separando, hay agua en la parte superior. Este tipo de mezcla se llama suspensión.

• Consérvalo en un recipiente cerrado para evitar que se seque y poder seguir jugando en otra ocasión. Cuando haya perdido mucha agua se arregla añadiendo más.

¿Qué ocurre?

No todos los fluidos fluyen de la misma manera. El que la salsa de tomate, la crema de chocolate o el agua se muevan de distinta forma depende de su viscosidad. La viscosidad es una propiedad física que indica la facilidad con la que un fluido es capaz de fluir o, en otras palabras, la resistencia que presenta un fluido a desplazarse.

Cuando la viscosidad solo depende de la temperatura hablamos de fluidos newtonianos, es decir, que se comportan de acuerdo a las leyes de Newton de la viscosidad. El agua, el aire o la gasolina serían ejemplos de fluidos newtonianos.

Si la viscosidad también depende de las deformaciones a las que se somete al fluido, estaremos ante un fluido no newtoniano. Como ejemplos, tenemos el slime de cola blanca, el ketchup, el champú, la sangre o las arenas movedizas.

La mezcla de maicena y agua en proporciones adecuadas también es un fluido no newtoniano. Si sobre ella se aplica una presión brusca su viscosidad aumenta tanto que se comporta casi como un sólido. Si llenáramos una piscina con esta masa podríamos correr encima sin hundirnos. Por el contrario, si se somete a un esfuerzo suave su viscosidad es muchísimo menor.

Y por último, habrás observado que dejando la masa en reposo durante un tiempo, aparece una capa de agua sobre la superficie. Es debido a que el slime de maicena es una suspensión, es decir, la maicena no se ha disuelto en agua, sino que se ha dispersado al remover con la cuchara. Así, pasado un rato en reposo, las partículas sólidas sedimentan en el fondo. Este mismo fenómeno es el que pudimos comprobar cuando hicimos el experimento de la textura del suelo en un tarro.

Los padres tienen la responsabilidad de elegir las actividades que según su criterio son seguras para sus hijos. Todas las actividades propuestas en Educaconbigbang deben estar siempre supervisadas por un adulto.